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    Resultado de imagen para PRINCiPIOS CIENTÍFICOS QUE SUSTENTAN LA FUENTE CORRECTA DE FERTILIZACION
    Los principios científicos básicos que definen la fuente correcta
    para determinadas condiciones son los siguientes:
    • Considerar la dosis, momento, y lugar de aplicación.
    • • Abastecer los nutrientes en formas disponibles para las plantas.
    • El nutriente aplicado está en una forma disponible para las plantas, o una forma que se convierte, oportunamente, en disponible para las plantas una vez aplicado en el suelo.

    • Ajustar a las propiedades fisico-quimicas del suelo.
      Los ejemplos incluyen evitar la aplicación de nitrato a suelos 
      anegados, o aplicaciones de urea en superficie en suelos con
      pH elevados, etc. 
      • Reconocer sinergismos entre nutrientes y fuentes.
      Los ejemplos incluyen la interacción P-Zn, el incremento
      de disponibilidad de P con agregado de N, fertilizaciones 
      complementando estiércol, etc. 
      •1 Reconocer la compatibilidad de mezclas. Ciertas combinaciones de fuentes atraen la humedad cuando se mezclan, limitando la uniformidad de aplicación del material mezclado; el tamaño de gránulo debería ser similar para evitar la segregación, etc. 
      •· Reconocer los beneficios y sensibilidades a elementos asociados. La mayoría de los nutrientes tiene un ion acompañante que puede ser beneficioso, neutral, o negativo para el cultivo. Por ejemplo, el cloruro (CI-) acompañante del K en el cloruro de K es beneficioso para maíz, pero puede ser negativo para la calidad del tabaco y de algunos frutos. Algunas fuentes de fertilizantes fosfatados pueden contener Ca y S disponible, y pequeñas cantidades de Mg y micronutrientes.
    • • Controlar los efectos de los elementos no nutritivos. Por ejemplo, los depósitos naturales de algunas rocas fosfóricas contienen elementos traza no nutritivos. El nivel de agregado de estos elementos debería mantenerse dentro de umbrales considerados aceptables.
    Todas las plantas requieren al menos 17 nutrientes esenciales para completar su ciclo de vida.
    Estos incluyen los 14 nutrientes minerales mostrados en la Tabla 3.1 y los 3 nutrientes no minerales carbono (C), hidrógeno (H), y oxígeno (O).
    Los macronutrientes son requeridos en cantidades relativamente grandes por las plantas, mientras que los micronutrientes son utilizados en cantidades mucho menores.
    La disponibilidad de al. menos uno o más nutrientes esenciales en muchos suelos prístinos es muy baja para permitir que los cultivos expresen su potencial genético de crecimiento.
    En ecosistemas no fertilizados, las plantas nativas se adaptan a las deficiencias de nutrientes limitando su tasa de crecimiento, una estrategia
    generalmente no aceptable para los agricultores preocupados por la producción de alimentos y su retorno económico.
    Cada nutriente tiene funciones específicas dentro de la planta; algunos poseen funciones relativamente simples mientras que otros forman parte de reacciones bioquímicas extremadamente complejas.
    Una vez dentro de la planta, la fuente original del nutriente mineral ya no es importante.



    Dado que las concentraciones de algunos nutrientes en el suelo están, a menudo, por debajo del óptimo para las plantas, los agricultores habitualmente complementan la oferta natural con recursos de su propiedad o externos.
    Los recursos propios pueden incluir los cultivos de cobertura de leguminosas, abonos animales y residuos de cultivos. Los recursos externos
    pueden incluir diversos nutrientes procesados y no procesados y enmiendas de suelo.
    De los nutrientes, todos excepto el N, se derivan de los minerales naturales de la tierra. Se ha desarrollado una industria global sofisticada para extraer los nutrientes y concentrarlos en formas que son convenientes de manejar y transportar, y que proporcionan un nutriente fácilmente disponible para las raíces de las plantas.
    Algunos minerales terrestres se pueden utilizar directamente como fuente de nutrientes para las plantas o enmiendas del suelo, pero muchos otros requieren de procesamientos para aumentar la solubilidad o concentrar
    los nutrientes para un transporte eficiente.
    Los minerales insolubles liberan nutrientes muy lentamente en la solución del suelo. 
    Las plantas leguninosas (como alfalfa, tréboles, vicia o ebo, y porotos o frijoles) son capaces de albergar bacterias (Rhizobia, Braefyrhizobia., Sinorñieobia, etc.) en nódulos en las raíces.
    Estos nódulos son el lugar donde el gas atmosférico N2 es convertido
    a formas de N disponibles para las plantas.
    Las leguminosas que son removidas del lote para hacer heno o alimentar los animales no pueden dejar grandes cantidades de N residual en el suelo. Aquellas que son cultivadas y se dejan en el lote (llamadas abonos verdes) aportan N fijado para la nutrición de os cultivos siguientes y la cumulación de materia orgánica del suelo.
    El N residual como resultado de un cultivo de cobertura variará tremendamente dependiendo de las especies de plantas y las condiciones locales.
    El abono de los animales y el compost son excelentes fuentes de nutrientes para las plantas cuando se utilizan apropiadamente.
    El estiércol contiene todos los elementos esenciales para las plantas, aunque sus proporciones relativas a menudo. difieren de las cantidades relativas necesarias.
    Debido a que algunas de las formas de N, P y S son orgánicas, pueden requerir un período de descomposición (mineralización), antes de que se conviertan en formas que pueden ser asimiladas por las raíces. El compost sufre una descomposición controlada durante su período de incubación, resultando en un producto orgánico que es relativamente estable y de descomposición más lenta que los abonos animales. Los nutrientes en estiércol y compost provienen de campos donde se cosechó forraje
    y heno y que probablemente recibieron fertilización, por tanto, los nutrientes añadidos a los cultivos provienen tanto de campos cercanos como lejanos.
    Por supuesto, los animales no producen nutrientes durante la digestión, sino que simplemente excretan lo que no es absorbido.
    Casi todos los nutrientes ingresan a la planta a través del sistema radical. Las formas primarias de absorción se muestran en la Tabla 3.1. La fertilización foliar puede ser útil en algunas situaciones, para superar una deficiencia en el desarrollo o suplementar la oferta de nutrientes durante los períodos de mayor demanda. Sin embargo, las plantas están adaptadas para obtener la mayoría de los nutrientes desde la solución del suelo a través de sus raíces.
    La idea de seleccionar la fuente de nutrientes más adecuada parece un concepto simple, pero a la hora de tomar esta decisión se deben considerar muchos factores.
    Además de los seis principios científicos básicos mencionados anteriormente, factores tales como aspectos relacionados a la entrega de
    fertilizantes, preocupaciones ambientales, el precio del producto, y limitaciones económicas, pueden ser importantes.
    Las decisiones pueden estar influidas por la disponibilidad de diversos materiales dentro de una distancia razonable.
    La accesibilidad de los equipos de aplicación de fertilizantes también puede limitar las opciones.
    Es tentador confiar en la tradición y la experiencia a la hora de tomar estas decisiones, pero una revisión periódica de estos factores ayuda a los
    agricultores a obtener el máximo beneficio de estos valiosos recursos y de la inversión económica significativa que representan, y permite la consideración de nuevos materiales La selección de la fuente de fertilizante adecuada comienza con la determinación de cuales nutrientes son realmente necesarios para alcanzar las metas de producción.
    Los nutrientes limitantes se pueden determinar mediante el uso de análisis de suelos y plantas, análisis de tejidos, parcelas de omisión de ciertos nutrientes, sensores del color de las hojas, o mediante los síntomas visuales de deficiencia (véase el capítulo 8).
    Todas estas cosas deben hacerse antes de tomar la decisión de aplicación del fertilizante.
    Tratar simplemente de adivinar la necesidad de nutrientes, puede dar lugar a numerosos problemas asociados con la sub- o sobre-fertilización y puede llevar a ignorar la deficiencia de nutrientes específicos hasta que ésta llega a ser severa.
    Adivinar los requerimientos específicos de nutrientes también puede resultar en pobres beneficios económicos, sí los nutrientes aplicados ya están presentes en concentraciones adecuadas en el suelo.
    Es común enfocarse en un solo nutriente que es escaso excluyendo a los otros. Por ejemplo, la falta de N es fácil de detectar cuando se observa un crecimiento reducido y hojas cloróticas.
    Sin embargo, el máximo beneficio de la fertilización nitrogenada no se obtiene si no están corregidas las deficiencias de otros (por ejemplo, P o K).
    Aunque a menudo nos centramos en nutrientes individuales, todos los
    nutrientes funcionan juntos para sostener un crecimiento saludable de las plantas. ‘
    Cada nutriente vegetal está disponible en diferentes formas químicas y éstas presentan reacciones únicas después de entrar en el suelo. Independientemente de su fuente original y su reactividad en el suelo, deben estar en una forma soluble y disponible antes de que puedan ser absorbidos por las plantas.
    Los fertilizantes se venden normalmente con un grado o análisis mínimo garantizado.
    El grado se presenta como una serie de números que representan el contenido porcentual de nutrientes en peso.
    El primer número representa el total de N, el segundo P disponible en su equivalente en P205, y el tercero K soluble en su equivalente en ~O. Por ejemplo, 100 kg de un fertilizante 10-15-20 contienen 10 kg de N, 15 kg de
    P205 y 20 kg de ~O.

    En los fertilizantes que contienen otros nutrientes, los números se pueden agregar con el símbolo químico del nutriente, por ejemplo, un fertilizante de 21-0-0- 24S contiene 21%deNy24% de S.