💀 13 Principales plagas de plantas ornamentales. pdf gratis
Índice
Entre las plagas más importantes que afectan a las plantas tenemos las siguientes: Plagas de insectos e invertebrados: pulgones, cochinillas, araña roja, mosca blanca y gusanos. Plagas de moluscos. Plagas de animales vertebrados: ratones, conejos, topos y topillos, etcétera.
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Hormigas:

Las hormigas que pueden ocasionar mayor daño a las plantas ornamentales son de dos tipos: cortadoras (también llamadas agricultoras o podadoras) y melívoras.
Las hormigas cortadoras producen daño extrayendo secciones de hojas, flores, ramitas y otros tejidos vegetales para llevar al hormiguero y criar el hongo del que se alimentan.
En el caso de las hormigas melívoras, debido a que se alimentan de la melaza producida por cochinillas, moscas blancas y pulgones, son perjudiciales porque protegen a estas plagas del control que los insectos benéficos ejercen sobre ellas.
Ácaros y arañuelas:
No son insectos y están emparentados con las arañas. Son muy pequeños (de 0.1 a 0.5 mm), tienen ocho patas, no poseen alas ni antenas y su color varía de amarillo pálido a verde, marrón o rojo. Raspan la superficie de las hojas, tallos jóvenes, flores y frutos, y se alimentan de los jugos celulares que emanan de las heridas. Ocasionan manchas de color grisáceo a marrón rojizo, defoliación y reducción del crecimiento y vigor de las plantas. Algunas especies producen telaraña y otras causan deformación en los órganos que atacan. Son muy abundantes en épocas de sequía y afectan especialmente a las plantas que crecen bajo cubierta o junto a esquinas y paredes donde la lluvia y la luz del sol no llegan en forma directa.
Babosas y caracoles:

Son moluscos. Tienen el cuerpo blando, no segmentado, de color gris oscuro a negro. Poseen una lengua con dientes minúsculos (llamada rádula) con la que raspan la superficie de los tejidos, pudiendo perforar las hojas y dañando también flores, tallos tiernos o jóvenes y raíces. Generalmente son de hábitos crepusculares o nocturnos. Durante el día se esconden en lugares oscuros, húmedos y frescos (bajo hojarasca, escombros, utensilios, etc.).
Cochinillas de escudo o protegidas:

Son insectos pequeños (de 1 a 3 mm), inmóviles en casi todos sus estadios, protegidos por escudos de distintos colores y formas. Succionan savia de hojas y tallos jóvenes, inyectando saliva tóxica en los tejidos mientras se alimentan. Pueden afectar el crecimiento y vigor de las plantas, llegando a secar ramas o plantas enteras en ataques severos. Algunas especies producen una sustancia azucarada (melaza) de la que se alimentan algunas hormigas (denominadas melívoras) y sobre la cual también puede crecer un hongo negro (fumagina).
Cochinillas harinosas:

Miden entre 3 y 4 mm. Presentan una secreción cerosa de color blanco cubriendo su cuerpo y formando proyecciones en los bordes del mismo. Pueden desplazarse. Se alimentan en forma similar a las cochinillas protegidas y el daño que provocan también es similar, pero producen una mayor cantidad de melaza.
Cochinillas blandas:
Pueden alcanzar entre 4 y 5 mm, tienen cuerpo blando (sin escudo), generalmente ovalado y convexo. Pueden desplazarse, forman colonias numerosas en ramas y hojas. Producen un daño comparable al de las cochinillas previamente descritas.
Pulgones:
Tienen tamaño pequeño (unos 3 mm de largo), cuerpo blando y puede haber individuos con y sin alas. Son de color variable, desde tonos oscuros hasta amarillo o verde. Poseen dos estructuras tubulares llamadas sifones en su parte posterior. Succionan la savia de tallos y hojas jóvenes, produciendo deformación y/o enrollamiento de estas últimas. También pueden encontrarse en pimpollos, flores y, más raramente, en raíces. Forman colonias numerosas. Producen melaza (atracción de hormigas y presencia de fumagina). Pueden transmitir virosis.
Moscas blancas:

Estos insectos son pequeños (1 mm de largo), de color blanco y en estado adulto son alados. Succionan la savia, principalmente de tallos jóvenes y hojas, produciendo amarillamiento, debilitamiento y defoliación en algunos casos. Generalmente se encuentran en la cara inferior de las hojas y cuando se encuentran en estado de ninfa (larva) producen grandes cantidades de melaza (atracción de hormigas y presencia de fumagina). Pueden transmitir virosis.
Trips:

Son insectos diminutos (1 mm de largo) y alargados. Sus alas (cuando las tienen) son pequeñas y con largos filamentos. Tienen por lo general color amarillo, marrón oscuro o negro. Su aparato bucal es del tipo sucto-picador. Extraen jugos celulares de la superficie de las hojas, deformándolas y hasta secándolas. Pueden también dañar flores y frutos (producen manchas grisáceas o marrones). Pueden transmitir virosis.
Orugas defoliadoras:
Son las larvas de las mariposas y polillas (mariposas nocturnas). Presentan numerosos colores, formas y tamaños. Tienen tres pares de patas verdaderas y de dos a cinco pares de falsas patas. Presentan aparato bucal masticador (mandíbulas fuertes), con el cual consumen hojas, tallos jóvenes, flores y frutos. Atacan numerosas especies de plantas.
Minadores de la hoja:
Se trata de insectos pequeños que pertenecen principalmente a dos diferentes grupos: lepidópteros (mariposas o polillas) y dípteros (emparentados con las moscas). Los del primer grupo atacan principalmente árboles y ornamentales leñosas, colocando sus huevos en la superficie de las hojas. Los del segundo grupo, en cambio, atacan plantas herbáceas perennes y suelen insertar sus huevos directamente dentro de los tejidos. Las larvas de estos insectos tienen aparato bucal masticador y producen galerías (“minas”) superficiales que pueden verse a simple vista.
Taladros y taladrillos:
Atacan en especial plantas leñosas (árboles o arbustos). Son larvas principalmente de lepidópteros (mariposas y polillas), coleópteros (cascarudos) o, en menor medida, himenópteros (emparentados con avispas y abejas). Las características de las larvas varían según la especie. Alcanzan tamaños que van desde pocos milímetros hasta 2 o más centímetros y en ocasiones no tienen patas y es difícil distinguir su cabeza del resto del cuerpo. Pueden atacar troncos y ramas, dañando el sistema vascular y ocasionando la muerte de la planta. Los adultos son atraídos por árboles que están bajo algún tipo de estrés (las plantas vigorosas y mantenidas en condiciones óptimas de riego, fertilización y sanidad no son especialmente atractivas para estos insectos).