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    El injerto es un método de propagación vegetativa artificial de los vegetales en el que una porción de tejido procedente de una planta (la variedad o injerto propiamente dicho) se une sobre otra ya asentada (el patrón, portainjerto o pie), de tal modo que el conjunto de ambos crezca como un solo organismo. El injerto se emplea sobre todo para propagar vegetales leñosos de uso comercial, sean frutales u ornamentales.



    El injerto se emplea para permitir el crecimiento de variedades de valor comercial en terrenos o circunstancias que les son desfavorables, aprovechando la mayor resistencia del pie usado, o para asegurarse que las características productivas de un ejemplar se mantienen inalteradas (clonación), frente a la dispersión genética que introduce la reproducción sexual. En el caso de híbridos de número cromosómico impar, que son estériles por naturaleza, la propagación vegetativa es la única manera de reproducción posible. Más raramente, el injerto se utiliza para unir más de una variedad en un mismo patrón, obteniendo así un único ejemplar que produce frutos o flores de varias características diferentes.
    El injerto sólo es posible entre especies más o menos estrechamente relacionadas, puesto que de otro modo los tejidos resultan incompatibles y la conexión vascular necesaria para la supervivencia de la variedad no se realiza. Normalmente el límite está dado por la pertenencia a un mismo género, aunque existen excepciones; géneros estrechamente emparentados, como algunos de las rutáceas o las cucurbitáceas, pueden funcionar como pie para especies afines.
    En la mayoría de los casos, una de las variedades se selecciona como raíz por su resistencia, el tallo de la especie elegida como variedad se injerta sobre esta base. En otros casos, una yema de la variedad se injerta lateralmente en el tronco del patrón, y sólo después de asegurarse la fusión exitosa se corta este último.

    INJERTO ENCHAPADO LATERAL
    Este tipo de injerto consiste en colocar un pequeño brote con yemas florales (vareta) a un costado del tallo principal de una plántula del patrón. Como regla general las varetas proceden de un árbol cuya variedad y características de calidad de sus frutos son las deseables a obtener en el árbol injertado; el patrón en cambio suele ser un árbol de una variedad rústica, tolerante a condiciones adversas del suelo o a determinadas enfermedades que afectan a la raíz y/o el tallo del frutal respectivo.

    El injerto de enchapado lateral debe hacer preferentemente al inicio de la primavera, cuando el patrón y el injerto están en pleno crecimiento. En ese tiempo las ramas del árbol madre (donante de varetas) muestran las yemas florales hinchadas, previo a su apertura. El patrón también ha formado yemas, foliares en su caso por ser un árbol inmaduro, y tiene gran vigor para aceptar y alimentar a la vareta que se le adicione. Se usa con frecuencia en frutales de madera blanda entre los que están el mango y el aguacate (palto). Los pasos a seguir en la ejecución del injerto son:

    1.-En primer lugar se hace un corte pequeño en el patrón en forma de lengüeta de arriba abajo y luego otro corte más arriba de unos 3 ó 4 centímetros, también en forma de lengüeta más alargada, cortando hasta llegar a la lengüeta inferior y quitando un trozo de corteza con un poco de madera.

    2.-A continuación se corta un escudete con un poco de madera que contenga una yema sin desarrollar y una hoja, la cual debe cortarse dejando el pecíolo. El escudete con madera debe ser de madera tierna del mismo año, o sea, que aún no esté lignificada del todo. El escudete (vareta) debe tener el mismo corte exacto que se ha hecho antes al patrón. Se aprecia la yema sin desarrollar y el corte inferior en semibisel que encajará en la lengüeta inferior del corte del patrón. El pecíolo de la hoja cortada sirve para manipular con facilidad la vareta, sin tocar la parte interna, lo cual debe evitarse para no contaminar con bacterias y hongos el corte que haría fracasar el injerto.

    3.- A continuación se coloca la vareta en el corte del patrón, ajustándola bien para que coincidan las tres capas de tejido (médula, tejidos vasculares y corteza) tanto del escudete como el tallo del patrón. Seguidamente se ata el injerto con cinta plástica transparente. Esta cinta es la misma que se utiliza para los injertos en otras plantas. Es muy resistente, muy fácil de manejar y su transparencia permite ver el estado del injerto. El pecíolo debe quedar fuera. Esto tiene dos finalidades: por una parte los jugos del pecíolo sirven en los primeros días como alimento e hidratación del chip, el cual los reabsorbe para sobrevivir y por otra parte, si el injerto agarra, al cabo de unos 8 -12 días, al tocar el pecíolo con el dedo, éste cede fácilmente y se desprende del escudete, dejando en él una marca bien verde y sana. En cambio si el injerto fracasa, el pecíolo cae con dificultad o se queda pegado al escudete muerto y seco.

    Pasadas unas semanas la yema del injerto empieza a brotar. En este momento, ya que se tenga la certeza de que el injerto ha agarrado, se corta el patrón por encima del injerto. En algunas especies esto no se debe hacer hasta que los brotes del injerto midan 10 ó 15 cm, pero en los mangos y aguacates esto no es una necesidad. Las plantas injertadas que han desarrollado con éxito a partir del injerto se emplean para establecer nuevas plantaciones de las variedades deseadas que han sido injertadas. Los árboles nuevos desarrollan sus ramas a partir del injerto logrando una réplica exacta de la constitución genética que tiene el árbol madre donante de las varetas.

    En la imagen: A=corte en el tallo del patrón; B=cortes en la vareta o escudete; C=acomodo del escudete en el corte del tallo del patrón; D=encintado del injerto para asegurar la unión y favorecer la alineación de los tejidos vasculares.