Índice
    EL PICUDO O “BARRENILLO” DEL CHILE
    Resultado de imagen para picudo del ajiLos chiles cultivados (Capsicum annuum; Solanaceae), tipo pimiento, serrano y jalapeño, son las hortalizas más importantes por la derrama económica y mano de obra que generan. Estos cultivos son atacados por una gran diversidad de plagas, entre ellas el picudo o barrenillo del chile Anthonomus eugenii (Coleoptera: Curculionidae). Este insecto fitófago no era una plaga de importancia económica en casi ninguna región productora de chile, ya que sus poblaciones eran inhibidas por el combate químico que sistemáticamente se ejercía contra la mosquita blanca Bemisia tabaci (Hemiptera: Aleyrodidae). Sin embargo, desde hace más de tres décadas se ha convertido en una de las principales plagas de este cultivo en todo el mundo debido a la resistencia que ha desarrollado a diferentes grupos de insecticidas que normalmente lo mantenían bajo control; su manejo se ha complicado porque ataca los frutos desde el inicio de la fructificación hasta el final de la cosecha, provocando pérdidas que pueden llegar hasta 100%.

    Los frutos afectados por la alimentación de las larvas del barrenillo se reconocen porque el pedúnculo se vuelve de un color amarillo característico, y se desprende fácilmente. Algunos frutos infestados se tornan rojos o amarillos prematuramente y pueden quedar deformes y pequeños antes de caer al suelo. Los frutos dañados tienen la semilla y los tejidos placentales ennegrecidos como resultado de la alimentación de las larvas. Los adultos también ocasionan un daño al picar los botones y frutos inmaduros para su alimentación.
    Aunque este daño por alimentación no afecta la calidad de los chiles secos, sí lo hace con los chiles para enlatar o para consumo en fresco. Los frutos maduros no son susceptibles al ataque del barrenillo debido a las propiedades de su epidermis. Por otra parte, los orificios realizados a los frutos por oviposición, emergencia de adultos o alimentación, favorecen la entrada de microorganismos que ocasionan infecciones internas como el del moho causado por Alternaria alternata.

    DESCRIPCIÓN
    El barrenillo del chile un insecto del orden Coleoptera; por lo mismo presenta metamorfosis completa (holometábola), es decir, cuatro estados biológicos de desarrollo: huevo, larva, pupa y adulto.


    HUEVO. Los huevecillos son depositados en las yemas florales y frutos tiernos, son ovalados, pero pueden tomar la forma de la cavidad en que están situados, su superficie es lisa, correosa y flexible, de color blanco aperlado cuando están recién ovipositados y después se tornan amarillentos; miden aproximadamente 0.5 mm de longitud y 0.4 mm de diámetro.
    LARVA. Las larvas son ápodas, robustas y curvadas; recién eclosionadas miden de 0.8 a 1.5 mm de longitud. Su cuerpo es de color blanco brillante, la cabeza es grande, blanca con el extremo negro y las mandíbulas de color café. Después de la muda el segundo estadio larval mide de 1.3 a 2.6 mm de longitud, con la cabeza amarillo claro y las mandíbulas de color café obscuro o negro. El tercer estadio larval mide de 2.2 a 5.0 mm de longitud con un promedio de 3.3 mm; es de color gris blancuzco, con la cabeza café y las mandíbulas negras.

    PUPA. Este estado biológico inicia cuando la larva hace una cavidad ovalada dentro de la fruta y su cuerpo comienza a acortarse y ensancharse, en este momento su color es blanco brilloso. Pocas horas después la pupa desecha su piel larval y sufre cambios en apariencia, los ojos se manchan y comienzan a mostrar un tinte amarillo. A los dos o tres días los ojos se obscurecen, el pico toma una coloración café amarillenta con el extremo negro y las antenas y élitros toman un color gris. La pupa del picudo es del tipo exárate, con los apéndices separados del cuerpo del insecto.

    ADULTO. Los adultos recién emergidos son de color café claro y se obscurecen a gris o café rojizo a negro en dos o tres días; tienen el cuerpo ovalado y cubierto con pubescencia de color amarillo claro, principalmente sobre el pronoto y élitros. Miden de 2.0 a 3.5 mm de longitud. Una característica relevante de este insecto es que a dos tercios del extremo de la tibia tienen una coloración anaranjada amarillenta. Los adultos tienen el pico característico de los picudos, el cual en el barrenillo del chile es un sexto más grande que la cabeza y el protórax; su aparato bucal es masticador. Las antenas son largas, delgadas y la clava oblonga, los élitros tienen surcos de punturas.

    CICLO BIOLÓGICO
    La hembra deposita más de 300 huevecillos en forma individual en orificios que realiza en los botones florales y frutos inmaduros, los cuales requieren de tres a cinco días para su eclosión. Prefiere ovipositar en frutos tiernos y los orificios que realiza son sellados con un fluido amarillo claro el cual endurece a los pocos minutos. La larva después de una a cuatro horas de la eclosión se alimenta de la semilla y los tejidos placentales del fruto tierno o del polen maduro de los botones florales.

    La primer muda ocurre en un promedio de dos días y la larva de segundo instar se alimenta por otros dos días antes de volver a mudar. El tercer estadio larval se alimenta por un periodo de 3.5 días y luego se prepara para el estado de pupa, el cual inicia cuando la larva realiza una cavidad ovalada dentro de la fruta, que a su vez es alineada con excremento hasta formar una celda. Este estado dura de tres a seis días y un promedio de 4.5 días; durante este periodo la celda se mantiene cerrada.
    El adulto completamente desarrollado requiere de tres a cuatro horas para emerger, para lo cual realiza un orificio redondo en el fruto. Después de que emerge, se alimenta inmediatamente en los botones florales y frutos inmaduros. Se aparea aproximadamente dos días después de la emergencia, y la cópula puede ocurrir varias veces; sin embargo una hembra no necesita copular más de una vez para permanecer fértil toda su vida. El intervalo entre el apareamiento y la oviposición fluctúa alrededor de dos días con clima cálido y hasta ocho días con clima templado.
    El tiempo total de desarrollo de huevo a adulto oscila de 16 a 23 días con un promedio de 21 días, pero si se incluye el periodo entre la emergencia del adulto y la oviposición el tiempo promedio de desarrollo es de 25 días. Bajo condiciones naturales el adulto del barrenillo del chile vive alrededor de tres a cuatro meses.

    HOSPEDEROS
    El picudo del chile se alimenta de plantas Solanáceas que pertenecen a los géneros Capsicum y Solanum. Las plantas hospedantes incluyen C. baccatum, variedades comunes de chile (Capsicum annuum) y la planta silvestre llamada chiquelite o hierba mora (Solanum nigrum), la cual es muy común en la mayoría de las regiones productoras de chile. También se conoce que afecta frutos de berenjena (Solanum melongena) y otros hospedantes potenciales de la familia Solanaceae.

    Es importante considerar que Anthonomus eugenii inverna en estado de reposo, como adulto, oculto en la corteza de ciertos árboles como los álamos (Populus alba), neem (Azadirachta indica), eucaliptos (Eucalyptus spp.), y otras especies cuyos tallos tienen corteza rugosa y acanalada, en las cuales se han encontrado adultos durante el invierno en grandes números.

    ESTRATEGIAS DE MANEJO
    En las regiones productoras de chile es común el uso indiscriminado de agroquímicos para el control de esta plaga; el productor recurre a realizar mezclas de insecticidas, altera las dosis recomendadas o bien, incrementa el número de aplicaciones por temporada. Las plantaciones de chile son asperjadas periódicamente en forma preventiva desde antes de la primera floración hasta la última cosecha. Esta práctica es utilizada cuando no se usa un método de muestreo confiable. Sin embargo, el uso excesivo de insecticidas ocasiona serios problemas de contaminación ambiental, residuos tóxicos en las cosechas, eliminación de la fauna benéfica natural, incremento de los costos de producción y el desarrollo de la resistencia de las plagas a los insecticidas. El manejo del picudo o barrenillo es posible, siempre que se sigan las estrategias preventivas y correctivas adecuadas, coordinadas por un buen sistema de monitoreo fitosanitario a lo largo del ciclo del cultivo. Las principales medidas que se incluyen en este sistema se describen a continuación.


    (1) DETECCIÓN Y ELIMINACIÓN DEL PICUDO EN MALEZAS Y ÁRBOLES. La primera acción a implementar consiste en revisar las malezas y árboles de corteza rugosa que estén en las vecindades del lote donde se establecerá el cultivo. Esta revisión debe hacerse por lo menos dos semanas antes de la siembra directa o el trasplante. Si se detectan adultos del picudo se procede a eliminar las malezas y a aplicar insecticidas (adulticidas) para eliminar al insecto antes que se establezca el cultivo. En aquellas regiones donde la humedad, las temperaturas y las lluvias proporcionan condiciones adecuadas, es posible complementar esta medida con la aspersión de hongos entomopatógenos como Beauveria bassiana que es capaz de infectar a los adultos de este insecto. Esta actividad debe estar precedida de otra que se ejecuta al final de la temporada anterior, pero aquí la abordaremos como la medida final al terminar el ciclo del cultivo.

    (2) MUESTREO DE ADULTOS CON FEROMONAS. El picudo del chile produce una feromona de agregación que es capaz de atraer tanto a machos como a hembras de esta especie; esta feromona se produce comercialmente y está disponible para su uso en trampas adhesivas amarillas complementadas con dispositivos de liberación lenta de la feromona. Las trampas se colocan en el perímetro del lote, al menos una por cada lado, cuando la planta aún está en desarrollo vegetativo pero ya se muestran las yemas florales; se revisan diariamente, tratando de detectar los primeros adultos que arriban a la plantación. Esta medida deja de tener sentido cuando ya se detectan adultos y daños en los frutos del lote de producción.

    (3) DETECCIÓN DE ADULTOS EN EL CULTIVO. Cuando aparecen los primeros botones florales se deben iniciar los monitoreos fitosanitarios, dos o tres veces por semana, para tratar de detectar los primeros adultos antes que inicien su actividad de oviposición. Esta actividad debe realizarse entre las 9:00 y las 12:00 horas de cada día, pues muy temprano los adultos permanecen quietos por el frío y después del mediodía se esconden para protegerse del calor (esto dependerá de cada región y las condiciones particulares que se presentan en cada lugar). Hay que considerar que los picudos son muy sensibles al movimiento de la planta, y se dejan caer al sentir cualquier vibración; lo mismo sucede con el ruido de las avionetas y las aspersoras de tractor.
    (4) DETECCIÓN Y ELIMINACIÓN DE FRUTOS DAÑADOS. Cuando ya hay presencia de adultos y se tiene daño por alimentación, es muy importante detectar y eliminar los frutos infestados. Cuando un fruto tierno o medio desarrollado es afectado por el picudo, lo primero que ocurre es que su pedúnculo se vuelve amarillo y el fruto puede o no caer de la planta cuando ésta es sacudida. Así que esta fase el productor debe esforzarse por detectar los frutos afectados que están tanto en el suelo como aún pegados en la planta. Estos frutos deben colocarse dentro de bolsas de plástico dobles, de preferencia de color negro, y se dejan expuestos al sol durante una semana. Posteriormente son enterrados en la bolsa cerrada herméticamente para su eliminación definitiva.

    (5) ASPERSIÓN DE INSECTICIDAS. El manejo del barrenillo del chile requiere necesariamente la aspersión de insecticidas químicos. El control de los adultos se logra mediante productos llamados genéricamente “adulticidas”, y son relativamente efectivos siempre que entre una aplicación y la siguiente no exista tiempo para la emergencia y apareamiento de los adultos, con la subsecuente siguiente generación en los frutos. Adicionalmente las aspersiones de insecticidas también se deben realizar en las áreas perimetrales colindantes con los lotes de cultivo, a fin de eliminar los picudos que migran desde las cercanías. El control de las larvas es sumamente difícil debido a que están en el interior de los frutos y muchos de los insecticidas no se mueven a ese lugar. En todos los casos la aplicación de insecticidas debe considerar que se trate de productos con registro para su uso en el cultivo, que se emplean las dosis recomendadas, y se respetan los intervalos de seguridad. Para saber cuáles son los productos que se pueden emplear en su localidad, cada productor deberá consultar a los especialistas de la región.

    (6) DESTRUCCIÓN DEL INÓCULO. Cuando los agricultores ven que el picudo ya afectó seriamente sus lotes termina por dejar de tomar acciones de manejo y permite que la plaga se multiplique libremente antes de destruir los residuos de la cosecha. El insecto se reproduce, y miles de adultos del picudo emigran a las malezas y árboles circundantes para invernar en espera del nuevo ciclo del cultivo. Para evitar este fenómeno, que invariablemente lo afectará desde el inicio de la siguiente temporada, se deben destruir los restos del cultivo en cuanto concluye el último corte de fruta de la temporada. La aspersión de herbicidas más insecticidas provoca la deshidratación de las plantas y frutos dejando al insecto sin alimento y encerrándolo dentro de los frutos secos; así muere una gran cantidad de individuos y evita la supervivencia de muchos picudos para la siguiente temporada.

    (7) COMITÉS TÉCNICOS DE MANEJO DE LA PLAGA. Las acciones individuales de los productores tienen algún efecto sobre la presencia y daño del picudo en los lotes de producción, pero las acciones erróneas, o la no acción, de otros productores inconscientes afecta a toda una región productora de chiles. Por eso en aquellas zonas donde la plaga ya rebasó las posibilidades de su manejo por parte de cada productor en forma individual, se deben establecer comités técnicos con el sustento legal de las autoridades fitosanitarias correspondientes; estos comités se reúnen y definen acciones de uso obligatorio para todos los productores de chile de la región afectada, con sanciones legales para quienes no acaten estas medidas. En algunos casos sólo así es posible regresar la incidencia de esta plaga a niveles en los cuales el manejo individual por los productores logra mantenerla a raya.
    En la imagen: A=adulto del barrenillo del chile; B=larvas alimentándose de las semillas y placenta de un fruto de chile jalapeño; C=los frutos con pedúnculo amarillo indican la posible presencia de larvas del picudo en su interior; D=ciclo de vida del barrenillo.